LA TRANSVERSALIDAD DE LA MUSICOTERAPIA HUMANISTA EN LA EDUCACIÓN Y EL ARTE
LA RELACIÓN SER HUMANO-MÚSICA DESDE LA PERSPECTIVA HUMANISTA
La musicoterapia como disciplina es parte del sistemas complejos como lo son el de la salud, cultura y educación (por mencionar algunos).
En 2011 la Federación Mundial de Musicoterapia ((WFMT, por sus siglas en inglés), estableció que el objetivo de la musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) como una intervención en contextos médicos, educativos y cotidianos con individuos, grupos, familias o comunidades, buscando optimizar su calidad de vida y mejorar la salud física, social, comunicativa, emocional, intelectual, espiritual y el bienestar en general. La investigación, la práctica, la educación y la instrucción clínica en la musicoterapia están basadas en estándares profesionales, según los contextos culturales, sociales y políticos. (WFMT, 2011).
La musicoterapia como conocimiento científico tiene como modelo matriz las interacciones de los usos terapéuticos de la relación ser humano-música. Este ha sido estudiada suficientemente por Víctor Muñoz Pólit dentro de un entorno humanista, con el objetivo de crear el modelo mexicano de musicoterapia humanista, catalogado en el año 2023 como uno de los modelos musicoterapéuticos del mundo, según la WFMT.
En la perspectiva humanista del modelo mexicano, el ser humano es considerado desde su necesidad y potencial natural para lograr su autorrealización a través de su crecimiento personal.
El desarrollo humano desde una concepción cualitativa de este modelo tiene tres dimensiones: salud mental, autoconocimiento y autorrealización. Se facilita mediante la construcción de un ambiente específico que se crea a través de un conjunto de actitudes del musicoterapeuta: intención amorosa, empatía total, estar en la verdad, riesgo responsable, tendencia hacia la espiritualidad y compasión; como la integración de las actitudes del modelo de Carl Rogers: empatía, aceptación incondicional y congruencia.
Este contexto actitudinal se estableció a lo largo de 40 años de trabajo musicoterapéutico y es uno de los elementos fundamentales que construyen el ambiente de trabajo del uso terapéutico de la relación ser humano-música con perspectiva humanista de nuestro modelo mexicano.
La especificación de esta perspectiva terapéutica se fundamenta en un cuerpo de conocimientos teóricos-prácticos.
EL CONOCIMIENTO TEÓRICO-PRÁCTICO DEL MODELO DE MUSICOTERAPIA HUMANISTA
La construcción del modelo de musicoterapia humanista ha demandado el establecimiento de diferentes conocimientos teórico-prácticos. Estos lo conforman como un conocimiento científico (fundamentado, metódico, verificable, sistemático, unificado, objetivo, comunicable, provisorio, ordenado y universal).
El conocimiento teórico-práctico de la musicoterapia humanista está fundamentado
Este modelo fue obtenido por diferentes procesos investigativos. La primera etapa fue del año 1984 a 2008. El conjunto de sus conocimientos continúa en su evolución.
Entre los métodos utilizados por Muñoz para el establecimiento de este modelo están la interdisciplina y la pluridisciplina.
La musicoterapia humanista es un conocimiento metódico
Como modelo, cuenta con una metodología propia de siete pasos, en forma de curva. En cada etapa se utilizan intervenciones específicas, así como el empleo de diferentes técnicas catalogadas como activas y receptivas, que también pueden ser utilizadas de manera mixta a lo largo de las etapas metodológicas.
También se ha establecido un conjunto de herramientas de trabajo que son utilizadas como mediadores empáticos (verbal, corporal y sonoro), así como un conjunto de habilidades necesarias para la aplicación terapéutica de la relación ser humano-música.
La musicoterapia humanista es conocimiento verificable
Los resultados del establecimiento de la relación ser humano-música desde la perspectiva humanista de nuestro modelo mexicano pueden ser comprobados a través de la repetición de su método o mediante la experiencia o experimentación, permitiendo confirmar o refutar su uso terapéutico.
La metodología guía las intervenciones de los musicoterapeutas de manera precisa para alcanzar los objetivos del modelo: inicialmente las dimensiones del índice de desarrollo humano cualitativo (IDHC): salud mental-autoconocimiento-autorrealización; que fue establecido para medir los resultados de un proceso o intervención en los consultantes.
Además, se hace uso del método fenomenológico cualitativo, que detalla de manera específica la pertinencia de una intervención.
La musicoterapia humanista se ha desarrollado como un conocimiento sistemático
Su conocimiento teórico-práctico es un sistema ordenado y coherente de ideas interrelacionadas, donde los conceptos y teorías se conectan lógicamente entre sí, evitando fragmentaciones aisladas, para hacer uso terapéutico de la relación ser humano-música, con el objetivo inicial de contribuir en dos derechos humanos fundamentales: salud y desarrollo humano.
El proceso musicoterapéutico o la intervención se realizan de manera estructurada y lógica, siguiendo pasos o etapas específicas.
El conocimiento de la musicoterapia humanista ha sido unificado.
Constituye un sistema coherente y ordenado donde los distintos saberes se integran para explicar los fenómenos que ocurren en el uso terapéutico con perspectiva humanista de la relación ser humano-música de manera global y relacionada. Su creación y evolución han sido guiadas a través de referentes filosóficos y teóricos humanistas y transpersonales.
Su unificación ayuda a evitar contradicciones y dispersión del conocimiento, facilitando un enfoque claro y consistente.
Sus elementos forman un cuerpo coherente y global, lo que contribuye a su universalidad y fortaleza explicativa.
Los conocimientos teórico-prácticos de la musicoterapia humanista son la forma en que se ha podido plantear objetivamente el uso terapéutico de la relación ser humano-música para lograr los objetivos del modelo.
Estos permiten que otras personas puedan comprobar y reproducir los resultados para confirmarlos.
Entre los diferentes instrumentos de medición que han permitido hacer verificables los aspectos subjetivos están: el IDHC, la sistematización de la observación fenomenológica cualitativa y los diferentes instrumentos para obtener información sobre características específicas de una persona.
La musicoterapia humanista es un conocimiento comunicable
Como modelo cuenta con un sistema de enseñanza-aprendizaje basado en el desarrollo humano de los musicoterapeutas. Este programa ha llegado a tener RVOE de maestría de la Secretaría de Educación Pública.
El conocimiento provisorio que constituye la musicoterapia humanista
Si bien es verdad que este conocimiento de la musicoterapia humanista es universal, también es provisorio, esto le permite mantener su validez y actualización constante.
Ejemplo de esto es su estado de emergencia respecto a las condiciones y requerimientos para lograr su descolonización a través de su integración a la vida pública del país, para continuar ampliando y profundizando su conocimiento teórico-práctico.
Los diferentes conocimientos que constituyen el modelo de musicoterapia humanista han sido ordenados
No se actúa de manera aleatoria, se avanza de forma progresiva en siete etapas o fases bien establecidas. Cada paso depende y se conecta con el anterior y con el siguiente para que el proceso tenga coherencia y sentido.
Al estar ordenado, su método puede ser replicados por otros, probando su validez y permitiendo mejorar el proceso.
Su procedimiento ordenado reduce la posibilidad de errores, ofreciendo claridad en lo que se hace.
La musicoterapia humanista al tener una metodología ordenada, se sigue un proceso estructurado dentro de la sesión para abordar el tema terapéutico sin perder el rumbo, lo cual hace que la intervención sea más efectiva y evaluable.
Los conocimientos de la musicoterapia humanista han manifestado universalidad
No está limitado por diferencias culturales, temporales o espaciales, por lo que sus resultados pueden repetirse y verificarse en cualquier contexto similar.
Sus contextos de aplicación originales son la psicoterapia humanista/transpersonal y el desarrollo humano, y como parte de su evolución es su uso transversal en la educación, intrahospitalario, arte, atención a diferentes comunidades, entre otros.
USO TRANSVERSAL DEL MODELO DE MUSICOTERAPIA HUMANISTA
El uso transversal de la musicoterapia humanista ha marcado una de sus evoluciones; por ejemplo, tanto en ámbitos como el arte con en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Las aportaciones de algunos musicoterapeutas humanistas han ido construyendo la integración de nuestro modelo a estos contextos. Víctor Muñoz Pólit a través de su investigación pluridisciplinaria con ramas del conocimiento como el arte. Este proceso permitió integrar algunas sapiencias, entre estas:
Reconocer el proceso de desarrollo de la musicoterapia humanista como un acto creador que se recrea y se sigue creando a través de la relación consultante-música-musicoterapeuta humanista, pues
“El terapeuta va siguiendo a su paciente, proponiendo experimentos que […] va creando en el momento de acuerdo con los síntomas expresados por el paciente, que en gran medida se revelan en el lenguaje no verbal.
Un terapeuta creativo es un cazador de oportunidades para facilitar el crecimiento del paciente, por mirar y reconocer cosas en este que él no ha visto. El terapeuta va con su propia totalidad y aporta una experiencia para que el paciente se reconozca en sí mismo” (Muñoz, 2008).
El establecimiento de que la dinámica del espacio terapéutico entre el consultante/paciente-música- musicoterapeuta humanista, se desarrolla a través del Centro creativo de este modelo, tema que Muñoz (op, cit.) desarrollo en todo un capítulo del libro; pues facilitar procesos personales y grupales en cualquier contexto implica que este musicoterapeuta utilice su creatividad para diseñar su experimento.